Por el aumento de robos, crece en Brasil el uso de vallados en instalaciones fotovoltaicas

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Con el avance del mercado de la energía solar en Brasil, las instalaciones fotovoltaicas han sido blanco constante de robos y hurtos de equipos, especialmente de paneles solares, representando un importante desafío para las empresas y propietarios de sistemas solares.

Estas estafas han asolado la mayoría de los estados brasileños. En las ciudades de Conceição das Alagoas y Frutal, en el interior de Minas Gerais, y Aguaí, en el estado de São Paulo, 3 millones de reales (616 mil dólares) fueron bloqueados por la acción policial como consecuencia del robo de paneles solares, afirma Christian Speyer, director de Marketing de Morlan, empresa especializada en la fabricación de alambres y pantallas.

En este escenario, el cercado puede ser una opción viable, ya que actúa como una barrera física para inhibir los intentos de robo. Según Morlan, las vallas cuestan una media de 55 reales/m2. Por lo tanto, como el coste de un panel fotovoltaico robado o dañado supera con creces la inversión en un vallado eficaz, la seguridad de estas estructuras se ha convertido en una prioridad para el mercado energético.

Según Speyer, “las vallas o cualquier otro tipo de cerramiento actúan como barreras físicas que dificultan o impiden el acceso a determinadas zonas. Además, también cumplen una función ‘psicológica’, capaz de inhibir intentos de robo o actos vandálicos, ya que la zona vallada da la sensación de propiedad privada y vigilada”.

En el caso de los sistemas fotovoltaicos residenciales, la valla suele rodear el perímetro de la propiedad y no los módulos, ya que estos paneles suelen instalarse en el tejado. En los casos industriales, los sistemas fotovoltaicos pueden instalarse en el tejado, en cuyo caso el vallado sigue el perímetro del edificio, o en el suelo, con vallas alrededor del sistema fotovoltaico.

“En el coste del vallado influyen varios factores, desde el tamaño de la zona a vallar hasta el relieve y el tipo de material que se utilizará. Por ejemplo, se puede utilizar malla galvanizada o recubierta de PVC, postes de acero u hormigón, y si se utiliza o no una concertina (malla de alambre de espino). Sin embargo, podemos estimar el coste medio del vallado a partir de 55 reales/m2, un precio muy asequible si se tiene en cuenta que un solo panel solar, sin todo el resto de la estructura, cuesta una media de 500 reales (102 dólares)”, afirma Speyer.

Cercado vs Seguro Solar
Según el ejecutivo, incluso con el crecimiento de los seguros solares en el país, el cercado sigue aportando numerosos beneficios a las instalaciones fotovoltaicas. “Cuando hablamos de cercado, estamos hablando de prevención, porque es mucho más barato prevenir el robo o el daño a los paneles que reemplazar el equipo después de la pérdida”, dice Speyer.

En este caso, los costes van más allá de la simple sustitución de los equipos, también hay que contabilizar la reducción en la generación de energía durante el periodo de subsanación del problema. Para Speyer, “otro factor a tener en cuenta es la burocracia que implica recibir las cantidades aseguradas. Dependiendo del importe, este proceso puede llevar mucho tiempo, generando pérdidas para el propietario del sistema, que dejará de producir energía durante ese periodo. Además, el mero hecho de que la zona de generación esté vallada ya reduce el valor del contrato de seguro”.

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