La japonesa Leapton Energy ha desarrollado la EH-A05, una batería residencial de 20,48 kWh con capacidades de almacenamiento a partir de 5,12 kWh, con baterías de litio hierro fosfato (LFP).
Científicos indios han diseñado un sistema de alimentación autónomo basado en paneles solares, baterías de iones de litio y convertidores Ćuk. Los convertidores son los componentes cruciales que permiten al sistema hacer frente a las variaciones de la tensión de entrada debidas a los cambios en las condiciones de luz solar.
Científicos británicos han propuesto una forma de combinar la energía térmica fotovoltaica con motores Stirling y almacenamiento en baterías en edificios residenciales. A pesar de los costes iniciales son elevados, afirman que el rentable sistema híbrido de cogeneración podría reducir significativamente las emisiones de CO2.
«Una vez completada la fase de construcción y desarrollo de ingeniería, todos los activos y conocimientos adquiridos serán transferidos a favor de la estatal YLB», dijo el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina.
Está editado por el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi) chileno, en el que se recogen un conjunto de 28 ejemplos de patentes publicadas vinculadas al reciclaje de paneles fotovoltaicos y de baterías, principalmente de ion-lito.
Anunciado por los ministros de Minería y Economía, es un proceso tanto para nacionales como extranjeros que se extenderá hasta el 17 de mayo próximo.
Investigadores japoneses han desarrollado un nuevo material catódico para baterías recargables de magnesio (RMB) en forma de óxido de sal de roca. Este nuevo material permite una carga y descarga eficientes incluso a bajas temperaturas.
El fabricante alemán afirma que los propietarios de sistemas fotovoltaicos pueden conectar hasta cuatro unidades en paralelo para obtener una capacidad de almacenamiento de hasta 106,8 kWh. La batería tiene un ciclo de vida de más de 6.000 ciclos y una garantía de 10 años.
Investigadores del Reino Unido han analizado los gases de escape térmicos de las baterías de iones de litio y han descubierto que las baterías de níquel manganeso cobalto (NMC) generan mayores volúmenes específicos de gases de escape, mientras que las baterías de litio hierro fosfato (LFP) presentan un mayor riesgo de inflamabilidad y una mayor toxicidad, en función del estado de carga relativo (SOC).
Mientras los precios de las baterías de iones de litio vuelven a bajar, el interés por el almacenamiento de energía con iones de sodio (Na-ion) no ha decaído. Aunque se está produciendo un aumento mundial de la capacidad de fabricación de celdas, aún no está claro si esta prometedora tecnología puede inclinar la balanza de la oferta y la demanda.
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