Con la aprobación de la Ley Bipartidista de Infraestructura, la Ley CHIPS y Ciencia y la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), Estados Unidos ahora tiene una política industrial fuerte, y las cifras resultantes son asombrosas en términos de adiciones de capacidad, inversiones en fabricación y empleos.
Los analistas han sopesado lo que sucederá con estas políticas bajo una segunda administración Trump, y el consenso es que los fuertes resultados de estas políticas las mantendrán en su mayoría en su lugar. Un reciente informe de Bloomberg Intelligence ve estas políticas potencialmente amenazadas, pero en lugar de desmantelarlas unilateralmente, los cambios podrían hacerse con recortes específicos.
Un claro beneficio de estas políticas es la deslocalización de la cadena de suministro y el empleo en Estados Unidos. En el segundo trimestre de 2024, la capacidad de fabricación de módulos solares en Estados Unidos aumentó en más de 10 GW hasta alcanzar los 31,3 GW, y esa cifra seguirá aumentando a medida que se pongan en marcha más instalaciones. Esta fabricación estadounidense se está dejando sentir en los estados que fueron considerados indecisos, como Arizona, Georgia, Pensilvania, Nevada y Carolina del Norte, estados que albergan el 48% de los proyectos anunciados. Estos proyectos van acompañados de puestos de trabajo.
«La fabricación nacional de energía solar se ha multiplicado por cuatro bajo las políticas federales de energía limpia favorables a las empresas, y pronto, tendremos suficientes paneles solares fabricados en Estados Unidos para satisfacer nuestra demanda de despliegue solar», dijo Abigail Ross Hopper, presidenta y directora ejecutiva de la Asociación de Industrias de Energía Solar (SEIA), en un comunicado publicado tras la victoria de Trump. «Casi 9 de cada 10 estadounidenses apoyan estas políticas, que están levantando comunidades en estados como Ohio, Texas, Georgia y Carolina del Sur con miles de puestos de trabajo y miles de millones de dólares en inversiones».
Otro beneficio es el costo, ya que la industria solar ha logrado reducir el costo de la energía solar hasta el punto de que la energía solar representó el 67% de toda la nueva capacidad de generación de electricidad añadida a la red estadounidense en el primer semestre de 2024. En el segundo trimestre de 2024, el mercado solar estadounidense instaló 9,4 GW de capacidad.
«El mercado ha hablado: la energía limpia es más barata, más fácil y mejor», afirmó Brendan Bell, director de operaciones de Aligned Climate Capital, un fondo de energía limpia.
Otro beneficio es la economía, y un área de enorme crecimiento desde la aprobación de la ley IRA es la posibilidad de transferir créditos fiscales, como explicó Alfred Johnson, consejero delegado de Crux, en una presentación durante la Semana USA de pv magazine. Lesley Hunter, vicepresidenta senior de política y compromiso de ACORE, afirmó en una mesa redonda de la pv magazine USA Week que los créditos fiscales representan un estímulo histórico a largo plazo, como demuestran los 100.000 millones de dólares invertidos en nuevos proyectos de generación de energía limpia.
En todos los partidos, está claro que los votantes estadounidenses apoyan la fabricación de energía solar y limpia. Casi 9 de cada 10 (87%) de los votantes estadounidenses encuestados apoyan los créditos fiscales federales para energías limpias de la Ley de Reducción de la Inflación, incluido el 78% de los votantes de Trump.
Ejecutivos de la industria solar piden un enfoque bipartidista para la energía limpia. JD Dillon, director de marketing del fabricante de tecnología solar Tigo Energy, con sede en California, ve un gran impulso en la energía limpia y dijo que «en un mundo perfecto eliminaríamos el partidismo de la conversación sobre energía renovable porque todo el mundo se beneficia de un medio ambiente más limpio y de una energía asequible.»
«La marcha hacia las energías limpias renovables es a la vez inevitable y lo correcto. Ocurrirá independientemente de quién esté en la Casa Blanca o en el Congreso. Puede ralentizarse o acelerarse, pero continuará», afirmó Dillon.
Ross Hopper, felicitó al presidente electo Trump por su victoria, afirmando que espera trabajar estrechamente con su administración «para garantizar que la industria solar y de almacenamiento, así como el renacimiento de la fabricación nacional que hemos visto en los últimos años, continúen prosperando y desempeñando un papel vital en la economía energética de Estados Unidos».
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