Las fuentes de energía renovables, especialmente la solar y la eólica, están alcanzando la paridad de precios y rendimiento dentro y fuera de la red según un informe de la consultora Deloitte, que destaca siete tendencias que están impulsando esta transformación.
Después de un año fuerte para el gasto de energía limpia, 2017 registró una disminución del 7 % en la inversión de energía renovable, a alrededor de $ 298 mil millones, mientras que la participación de los combustibles fósiles en el suministro de energía aumentó por primera vez desde 2014, según un informe publicado el pasado 17 de julio por la Agencia Internacional de Energía.
Las perovskitas, una tentadora alternativa de bajo costo a las células solares basadas en silicio cristalino, podría acercarse a la producción comercial gracias a una nueva forma de aplicar la capa crítica de transporte de electrones (ETL) iniciada por un equipo internacional de investigadores.
Según un informe de seguimiento de cinco agencias internacionales, el mundo está rezagado con respecto a sus objetivos de desarrollo sostenible para el período 2015-2030, aunque se han logrado avances significativos en la reducción del déficit de electrificación en los países menos desarrollados y la eficiencia energética industrial. Entretanto, las soluciones solares sin conexión a la red se están convirtiendo en uno de los principales impulsores del acceso a la energía rural.
Investigadores de la Universidad de Stanford y el Laboratorio Nacional de Aceleradores SLAC del Departamento de Energía han proporcionado una nueva comprensión de lo que ocurre dentro de un material híbrido de perovskita en las primeras trillonésimas de segundo después de que sea golpeado con luz solar simulada.
La demanda global de energía aumentó un 2,1% en 2017, más del doble de la tasa de crecimiento en 2016, las energías renovables tuvieron la mayor tasa de crecimiento de cualquier fuente de energía, alcanzando un cuarto de la demanda mundial de energía. Según las estimaciones preliminares de la AIE, la energía solar fotovoltaica representó el 27 % del crecimiento en la producción de energía basada en energías renovables el año pasado.
Aunque su durabilidad y eficiencia no puede compararse con las de las células inorgánicas de silicio, las células solares de polímeros orgánicos tienen potencial para proporcionar energía a los sensores de microondas remotos, la tecnología portátil y los dispositivos conectados a Wi-Fi que crean el Internet de las cosas.
Investigadores del Instituto de Física de Ingeniería de Moscú (MEPhI) han desarrollado sólidos de próxima generación que consisten en puntos cuánticos o cristales semiconductores con un diámetro de tan solo unos pocos nanómetros, lo que podría suponer un gran paso hacia dispositivos fotovoltaicos más económicos y eficientes.
Científicos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong afirman que el nuevo parámetro dependiente de la temperatura puede predecir la compatibilidad incluso antes de fabricar células solares orgánicas, lo que ahorra tiempo y recursos.
Al reforzar la estructura del ánodo con pequeñas vigas de grafeno, los investigadores de la Universidad de Warwick, en Reino Unido, han encontrado un enfoque efectivo para reemplazar el grafito en los ánodos mediante el uso de silicio, aumentando así la capacidad de las baterías de iones de litio y su vida útil en más del doble.
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