Fabricantes proyectan un salto en el mercado brasileño de baterías hasta 2030

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En este nuevo especial de pv magazine Brasil, presentamos un panorama detallado sobre el mercado de almacenamiento de energía en Brasil, impulsado por la búsqueda de sortear el aumento de las tarifas de energía, restricciones en la red y una mayor autonomía energética, incluso sin un marco legal regulatorio definido. Con la expansión de la generación distribuida y los desafíos de confiabilidad en el suministro, el segmento de baterías surge como pieza clave para el futuro del sector eléctrico nacional.

Para mapear este momento de transición, pv magazine conversó con fabricantes nacionales y globales que actúan en el país. Empresas como BYD, Deye, Dyness, Fox ESS, GoodWe, Growatt, Huawei, Livoltek, Powersafe, SecPower, SolarXP, Sungrow y UCB Power comparten sus estrategias comerciales, planes de producción local, posicionamiento frente a la regulación y proyecciones de crecimiento. Entre apuestas por nuevas tecnologías, desafíos logísticos y una competencia cada vez más intensa, los testimonios revelan un sector que se organiza para una nueva fase de expansión en Brasil.

Capacidad local en expansión

Entre los fabricantes con presencia productiva en Brasil, BYD mantiene desde 2017 una planta en Manaos (AM) enfocada en baterías LFP para autobuses eléctricos. El director de la empresa, Marcello Schneider, destaca que “la fábrica desempeña un papel estratégico en la nacionalización de la cadena de electromovilidad” y revela planes para ampliar la actuación en sistemas estacionarios. “Estamos evaluando formas de ampliar nuestra actuación, ya sea con nuevos productos, asociaciones o incluso futuras fases de producción nacional”.

La brasileña SecPower, con casi tres décadas en el mercado, también aumenta su producción local, actualmente con 336 MWh/año y posibilidad de duplicar esa capacidad. La directora ejecutiva de SecPower, Gabriella Reigada, refuerza que “estamos ampliando nuestra capacidad fabril. El crecimiento de la demanda ha sido notable desde el año pasado”.

Powersafe, que anunció su entrada en el mercado de energías renovables en 2024, está presente en Minas Gerais, Goiás y São Paulo. Actualmente apuesta por la expansión del segmento renovable y pretende que esta área represente el 20% de la facturación hasta 2026, según André Ribeiro, gerente operativo.

UCB Power también invierte en la producción local, con una capacidad anual superior a 72 mil unidades de baterías de litio para energía, además de más de 2 millones de unidades de baterías de plomo y otras líneas dedicadas a celulares y portátiles. El gerente de ingeniería de producto de la empresa, Roberto De Luca, señala que “la batería es el motor de la transición energética y será responsable de la seguridad energética del sistema nacional a través de una mayor disponibilidad de los recursos energéticos renovables”.

Mientras tanto, fabricantes globales como Deye, Growatt, Huawei, Livoltek, SolaX Power y Sungrow aún no cuentan con producción local consolidada, pero realizan estudios y desarrollan estrategias para atender la creciente demanda brasileña.

Iberê Carneiro, ingeniero de Livoltek, dice que la empresa ya inicia estudios para transferir parte de la producción a la fábrica de Manaos hasta 2026. Deye proyecta comenzar la producción local en 2025, según el director de operaciones, Caio Lentini. “El crecimiento ha sido acelerado y el mercado tiende a adoptar sistemas con baterías en lugar de los tradicionales on-grid”.

Regulación, tarifas y clima: catalizadores del mercado

La maduración del marco regulatorio, como la Portaria Inmetro 140/2022, junto con el aumento de las tarifas de energía y eventos climáticos extremos, ha impulsado la adopción de soluciones de almacenamiento.

“Los apagones recurrentes en Brasil hacen que las personas busquen soluciones confiables para no sufrir los impactos de las constantes interrupciones en el suministro. En este sentido, las baterías llegan como solución para este problema, garantizando la seguridad e independencia energética del brasileño”, dice la gerente de SolarX, Dieny Melo.

Robson Meira, country manager de Fox ESS, observa que la demanda debería duplicarse hasta 2026, especialmente por sistemas híbridos y off-grid. “Observamos un crecimiento expresivo en la búsqueda de soluciones de almacenamiento”, afirma.

Thiago Guimarães, director de ventas de GoodWe, resalta la apuesta en el agronegocio y el sector comercial. “Creemos que el mercado crecerá mucho de aquí en adelante. Lanzamos soluciones con paralelismo de backup y potencia instantánea de hasta 1 MW”.

Para Silvio Robusti, gerente de producto de Growatt, “hay un aumento en la comprensión de los beneficios que el almacenamiento puede ofrecer, como backup, optimización del autoconsumo y respuesta a tarifas más elevadas en horarios específicos”.

Schneider refuerza la visión positiva. “La demanda por soluciones de almacenamiento estacionario está en expansión, impulsada por la generación distribuida, las necesidades de respaldo y la búsqueda de eficiencia energética”.

El country manager de Dyness, Carlos Trotta, ve 2024 como un “año semilla” para el mercado y proyecta un crecimiento exponencial hasta 2030: “Este es el año base del crecimiento, que será exponencial hasta 2030”.

Dominio tecnológico con baterías de ion-litio

La adopción mayoritaria de la tecnología de litio-ferrofosfato (LiFePO₄ o LFP) evidencia una preferencia del mercado brasileño por soluciones más seguras, duraderas y con buen desempeño térmico, especialmente en aplicaciones de energía solar y movilidad eléctrica. Schneider, de BYD, destaca que la empresa trabaja exclusivamente con baterías de ion-litio, utilizando la Blade Battery en vehículos ligeros y versiones LFP robustas para vehículos pesados y sistemas de almacenamiento. “Nuestro modelo verticalizado garantiza control total de la cadena, desde la materia prima hasta el sistema final”, afirma.

Meira, de FoxESS, señala una ventaja similar: “Dominamos toda la cadena, desde la extracción de los minerales hasta el producto final, lo que garantiza trazabilidad y confiabilidad”.

Por su parte, el director de Tecnología de Huawei, Roberto Valer, enfatiza el rigor técnico en la elección de proveedores de celdas, compensando el hecho de no fabricar directamente este componente. “Realizamos más de 100 pruebas técnicas para asegurar la calidad de las celdas integradas en nuestros sistemas”.

Incluso empresas que no producen las celdas invierten fuertemente en etapas críticas, como el desarrollo de sistemas de gestión e integración, como es el caso de Guimarães, de Goodwe, que menciona una línea amplia de productos con tecnologías LFP modulares.

En Dyness, Trotta destaca recursos avanzados de seguridad, como el sistema antiincendio con supresión por aerosol y un BMS (Battery Management System o Sistema de gestión de baterías, en español) inteligente que equilibra la carga de las celdas.

Lentini, de Deye, resume el modelo de la empresa al decir que fabrican internamente el BMS y el gabinete, utilizando celdas de fabricantes de primer nivel (tier 1).

Esta estructura híbrida, de control parcial o total de la cadena, también la siguen empresas como Growatt, SolaX, Livoltek y UCB Power, que se posiciona como el primer fabricante nacional de baterías de litio LFP.

Los eslabones de la cadena del segmento de baterías

La cadena de almacenamiento de energía por baterías es extensa y todavía se consolida en Brasil, abarcando desde la extracción de minerales críticos hasta el reciclaje. Schneider, de BYD, resume los principales eslabones: producción de celdas, ensamblaje de los sistemas, integración con inversores, EMS, instalación y operación. Señala que los eslabones más presentes hoy en el país aún se concentran en las etapas finales, como comercialización e integración, y ve espacio para el avance local, especialmente en protocolos de reutilización y reciclaje. “Tienden a fortalecerse en los próximos años”, prevé.

Empresas que operan con mayor verticalización destacan ventajas en calidad y trazabilidad. Meira, de FoxESS, afirma que la empresa domina toda la cadena, desde la minería hasta la instalación, con apoyo estratégico de grupos como REPT Battero y Tsingshan. Trotta, de Dyness, amplía el mapa al citar siete eslabones esenciales: extracción, producción de componentes, ensamblaje de celdas, integración, comercialización, uso y reciclaje. Para él, “el papel de los distribuidores e instaladores será fundamental en esta transición, pero la capacitación constante será esencial para madurar el sector”.

Otros fabricantes detallan su actuación en partes específicas de la cadena. Lentini, de Deye, enumera: fabricante de celdas, BMS, gabinete, ensamblador, distribuidor y cliente final. Guimarães, de Goodwe, habla de un modelo híbrido, que va desde la compra de las celdas hasta la actuación junto al cliente final, con apoyo de integradores y socios en proyectos especiales. Valer, de Huawei, enfatiza la oferta de sistemas completos, con módulos, contenedores, subestaciones y PCS, optimizando la puesta en marcha. Ribeiro, de Powersafe, destaca que la empresa cuenta con un programa ambiental para gestionar residuos durante la cadena de producción. Empresas como SecPower, SolaX, Livoltek y UCB Power refuerzan la importancia de la ingeniería local, el soporte técnico, la integración inteligente y la sostenibilidad como diferenciales competitivos.

El modelo BESS as a Service en Brasil

La diversificación de las aplicaciones y el avance del modelo de negocio BESS as a Service han impulsado a los fabricantes a adaptar sus portafolios en Brasil con soluciones modulares, escalables y orientadas a diferentes perfiles de consumo. Para atender desde residencias hasta proyectos industriales y plantas, empresas como Deye, FoxESS, Growatt y Dyness ampliaron su oferta con baterías de litio-ferrofosfato (LFP), configuradas para baja o alta tensión y con diferentes capacidades de expansión. Lentini, de Deye, explica que la modularidad es estratégica: “Tenemos baterías de 2 kWh a 5 MWh, con fácil asociación, y ya operamos en Brasil con el modelo Battery as a Service, en Pará”.

En el segmento industrial, los sistemas integrados ganan relevancia. Meira, de FoxESS, menciona el GMAX, ya en operación en una fábrica de helados y en estaciones de recarga rápida de vehículos. Huawei, por su parte, firmó una alianza con Matrix Energia para viabilizar proyectos de almacenamiento sin venta directa al cliente final. “El cliente se beneficia de las ganancias operativas y económicas, sin necesidad de adquirir el sistema”, afirma Valer. Schneider, de BYD, también destaca la apuesta en asociaciones con integradores, ofreciendo previsibilidad de costos y desempeño como diferenciales.

Entre las empresas nacionales, Powersafe acelera su entrada en este mercado junto a un socio estratégico y ya cuenta con una línea de crédito específica con el banco BV para proyectos con baterías. “Nos posicionamos como el primer fabricante de Brasil con esta estructura de financiamiento para el almacenamiento”, refuerza Ribeiro. SecPower prepara el lanzamiento del modelo BESS as a Service con foco en accesibilidad y compatibilidad con sistemas legados. Más que vender baterías, las fabricantes quieren ofrecer energía como servicio, moldeando el mercado según las nuevas demandas.

Principales impulsores para la adopción de sistemas de almacenamiento

La búsqueda de seguridad energética y ahorro frente al aumento de tarifas y la inestabilidad de la red es uno de los principales motores de la demanda. “Hoy, el almacenamiento representa una respuesta directa a las limitaciones de las redes de distribución, al aumento del costo del diésel y a la vulnerabilidad de sistemas críticos, como hospitales, centros de datos e industrias”, explica Rafael Ribeiro, director de Sungrow. Robusti, de Growatt, señala que “la autonomía energética y la mitigación de tarifas en horario punta son grandes motivadores, pero aún existen cuellos de botella técnicos, especialmente en la formación de integradores capacitados para dimensionar y operar estos sistemas”.

Desde el punto de vista regulatorio, el sector visualiza un nuevo horizonte. Schneider, de BYD, destaca que “la modernización del marco regulatorio ha impulsado aplicaciones conectadas a la red, como sistemas ancilares, respuesta a la demanda y reserva de capacidad.” Roberto de Luca, de UCB Power, complementa que “la GDII y la inserción del Fio B hacen que el almacenamiento sea más ventajoso, principalmente con la caída en los precios del litio”.

En el mercado corporativo, aplicaciones como peak shaving, load shifting y respaldo inteligente han sido protagonistas. “Las empresas buscan evitar restricciones técnicas, aumentar la producción y mantener sistemas críticos funcionando sin depender de la red”, apunta Reigada, de SecPower. Guimarães, de Goodwe, considera que la confiabilidad energética es el principal impulsor. “Los consumidores quieren garantía de suministro, incluso más que ahorro.” Meira, de FoxESS, refuerza esta tendencia con una advertencia: “Los cambios regulatorios que afectan la compensación de créditos y la inseguridad eléctrica están haciendo que las baterías no solo sean una opción, sino una necesidad para muchos”.

El sector esperaba que la primera subasta de reserva de capacidad con baterías, prevista para 2025, y otras iniciativas del Ministerio de Minas y Energía (MME), la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) y la Empresa de Pesquisa Energética (EPE) consolidaran la tecnología como pieza estratégica del planeamiento energético nacional. Sin embargo, este escenario aún es incierto debido a recientes cambios en los cargos de Aneel y MME, con la salida de dos agentes vinculados a las políticas sobre almacenamiento en el país.

Recientemente terminó el mandato del director de la agencia reguladora, Ricardo Tili, responsable de relatar el proceso de regulación sobre sistemas de almacenamiento, y los procesos de responsabilidad aún no se han redistribuido entre los otros directores. El director Daniel Danna fue designado para analizar el resultado de la Consulta Pública 39 en lugar de Tili. Además, el pasado viernes, el secretario nacional de Transición Energética y Planeamiento, Thiago Barral, fue removido del cargo para asumir la coordinación del área de energía de la COP30. En su lugar fue nombrado Gustavo Cerqueira Ataíde, jefe de gabinete de la presidencia de la EPE.

Oportunidades en el sector eléctrico

Para Schneider, de BYD, las baterías tendrán un papel estratégico en un escenario de “expansión acelerada de la generación solar y eólica”, contribuyendo a la confiabilidad del sistema y permitiendo operaciones más flexibles, como las del mercado libre. Valer, de Huawei, también destaca la relevancia de las baterías para “la regulación de frecuencia, control de tensión y soporte a la alta penetración de renovables”, con foco en proyectos de microrredes y en la Subasta de Reserva de Capacidad. Reigada, de SecPower, resalta el uso creciente por parte de distribuidoras en sistemas aislados y en I+D, con soluciones de hasta 6 MWh que evitan inversiones pesadas en infraestructura tradicional.

Además de las aplicaciones directamente ligadas a la red, el sector industrial, el agronegocio y los mercados de misión crítica surgen como grandes demandantes. “Hospitales, centros de datos, producción de leche, riego: todos necesitan energía estable y continua”, enumera Guimarães, de Goodwe. Ribeiro, de Sungrow, refuerza que, además de la demanda, existe un impulso estructural derivado de la caída en el precio de las baterías, el aumento del diésel y el avance regulatorio. “El almacenamiento es cada vez más viable y estratégico para el planeamiento energético nacional.”

La industria se moviliza por reglas claras y subastas viables para el almacenamiento

La regulación del almacenamiento de energía y la realización de subastas de reserva de capacidad son temas centrales para destrabar inversiones en el sector. Empresas con operaciones en Brasil han buscado participar activamente en estas discusiones a través de entidades sectoriales, consultas públicas y foros técnicos. Un ejemplo es Huawei. Según Valer, la empresa contribuyó formalmente a la consulta pública de la ordenanza de la subasta y defiende «la adopción de requisitos técnicos que garanticen la seguridad y la eficiencia de los sistemas». También destaca el compromiso institucional con el gobierno federal y la reciente visita del ministro de Minas y Energía a la sede de la empresa en China.

Muchas empresas se han involucrado por medio de asociaciones como la Asociación Brasileña de Soluciones de Almacenamiento de Energía (ABSAE), la Asociación Brasileña de Normas Técnicas (ABNT), la Asociación Brasileña de Energía Solar Fotovoltaica (ABSOLAR) y la Asociación Brasileña de Generación Distribuida (ABGD), reforzando la importancia de la articulación sectorial.

«Participamos a través de la ABSAE, de la cual formamos parte, además de una participación efectiva y constante en foros técnicos y en la elaboración de normas conducidas por la ABNT», afirma Reigada, de SecPower. Ribeiro, de Powersafe, destaca la presencia del equipo de la empresa en la Cumbre Global de ABSAE, que reunió a representantes de Brasil y de países como Reino Unido, Chile y Australia. «Estamos alineados con las buenas prácticas y con la ejecución de la subasta de reserva de capacidad».

Incluso empresas que aún no participan directamente en las discusiones reconocen la importancia de involucrarse. Trotta, de Dyness, afirma que la empresa sigue de cerca a las entidades y pretende integrarse pronto, destacando el papel esencial de ABSAE para poner en marcha las subastas. Schneider, de BYD, corrobora: «Creemos que un marco regulatorio claro y estable es esencial para garantizar seguridad jurídica y acelerar la adopción del almacenamiento a gran escala».

Lo que espera el sector para viabilizar el almacenamiento

La regulación del uso de baterías en el sector eléctrico brasileño es vista unánimemente por las empresas como el punto clave para destrabar inversiones y ampliar el papel del almacenamiento en el sistema. Schneider, de BYD, defiende que las baterías sean reconocidas como agentes multifuncionales, prestando servicios tanto para la generación como para el consumo y el soporte a la red. También señala la necesidad de garantizar previsibilidad y permitir la competencia tecnológica en las subastas. Para Valer, de Huawei, la inclusión de funcionalidades avanzadas, como la tecnología grid forming, es urgente. «Ya es una realidad en mercados maduros y puede evitar apagones, al ofrecer inercia sintética y soporte para la estabilidad del sistema».

Desde el punto de vista tributario, varios ejecutivos alertan sobre obstáculos que comprometen la competitividad de las baterías frente a otras fuentes. Robusti, de Growatt, subraya que «la elevada carga tributaria sobre los equipos importados genera inseguridad y limita los modelos de negocio». Reigada, de SecPower, señala que las baterías actualmente enfrentan «una carga fiscal más alta que otras fuentes limpias, lo que desincentiva las inversiones». El regreso del régimen de exención arancelaria, defendido por Melo, de SolaX Power, también se considera crucial para ampliar el acceso a la tecnología.

La viabilidad económica depende además de una adecuada remuneración por los distintos servicios que las baterías pueden ofrecer. Oliveira, de Livoltek, destaca la importancia del reconocimiento de los servicios auxiliares, mientras que Ribeiro, de Sungrow, refuerza: «Es esencial remunerar funciones como el control de frecuencia, el alivio de carga y la respuesta rápida». Lentini, de Deye, concluye señalando el camino político: «El desafío es reglamentar. Ya tenemos soluciones, lo que falta es apoyo gubernamental para escalar el sector».

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