Brasil importó 2,5 GW de paneles fotovoltaicos en el primer semestre de 2020

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Que el mercado solar brasileño parece no haberse visto significativamente frenado por la crisis de la Covid-19 es una de las conclusiones de un nuevo informe de la consultora brasileña Greener.

Los analistas informan de que el total de envíos de módulos en el mercado en la primera mitad de este año ascendió a 2.599 MW. Las importaciones, por su parte, alcanzaron los 2.490 MW y los productos nacionales se hicieron con una cuota de 109 MW, lo que representa alrededor del 4,4% del total de la cuota de mercado.

Recientemente, el Gobierno de Brasil eliminó los aranceles a células, módulos, inversores y seguidores fotovoltaicos, medidas que se aplicarán a partir del 1 de agosto.

Módulos

“El año pasado se importaron 4,3 GW de módulos fotovoltaicos en el país, mientras que solo en la primera mitad de 2020 se importaron 2,5 GW”, afirma el CEO de Greener, Marcio Takata. “Es un volumen muy significativo, a pesar de la pandemia”.

El informe también reveló que alrededor del 54% de los módulos importados se basan en la tecnología de células PERC, mientras que este porcentaje un año antes era del 27%. Canadian Solar, Trina Solar y Jinko Solar fueron los tres mayores proveedores en el primer semestre del año con envíos de 468 MW, 454 MW y 451 MW, respectivamente. Canadian Solar posee y opera una fábrica de módulos solares en Sao Paulo.

BYD, que también opera una fábrica de módulos fotovoltaicos en la misma ciudad y que ha inaugurado estos días un centro de I+D, fue el cuarto mayor proveedor, con 325 MW de productos enviados.

Inversores

Los envíos de inversores para los seis meses del año alcanzaron los 2.464 MW, de los cuales 1.274 MW se enviaron en el primer trimestre y 1.190 MW en el segundo. El mayor proveedor fue la empresa china Sungrow, con 369 MW, seguida por el fabricante brasileño WEG y la austriaca Fronius, con 347 MW y 183 MW, respectivamente.

El total de envíos de inversores creció alrededor del 128% interanual en la primera mitad de 2020. Un crecimiento particularmente fuerte se registró en el segmento de dispositivos con capacidades no superiores a 50 kW, dijo Greener en el informe.

Las nuevas instalaciones sí se ralentizan

Pero si la crisis de Covid-19 no ha afectado a las importaciones de productos fotovoltaicos, parece haber ralentizado el crecimiento de las nuevas instalaciones: en el primer semestre del año se instalaron unos 900 MW, mientras que la media de los años anteriores para el mismo periodo es de 1,32 GW. “Como en la mayoría de los sectores, la pandemia de COVID-19 también afectó al mercado de la generación distribuida, reduciendo la demanda – este efecto se sintió con mayor intensidad por los integradores de sistemas fotovoltaicos que comenzaron sus actividades más recientemente”, explicó Takata. “En cualquier caso, el sector solar continúa expandiéndose”.

Takata también destacó los efectos de las abruptas fluctuaciones del tipo de cambio, que afectan al sector ya que la mayor parte del equipo utilizado es importado, lo que repercute en el costo de los sistemas. Sin embargo, el informe señaló que los costos se repercuten marginalmente en el cliente final y que en muchos casos los precios se mantienen estables. “Aparentemente, las cadenas de distribución e integración están absorbiendo costos, ajustando sus márgenes para seguir siendo competitivas”, agregó Takata.

La capacidad fotovoltaica instalada acumulada en los segmentos de generación distribuida, que en el Brasil incluye todas las instalaciones fotovoltaicas no superiores a 5 MW, alcanzó los 2.963,3 MW a finales de junio.

El gobierno brasileño está apoyando la generación distribuida mediante el Convenio 16/15 (Convenio ICMS 16/2015), que exime a los propietarios de sistemas solares con una capacidad de generación de hasta 1 MW de pagar el impuesto estatal sobre las ventas del ICMS en virtud de un régimen de medición neta abierto a proyectos no superiores a 5 MW.

Takata también destacó los efectos de las abruptas fluctuaciones del tipo de cambio, que afectan al sector ya que la mayor parte del equipo utilizado es importado, lo que repercute en el costo de los sistemas. Sin embargo, el informe señaló que los costos se repercuten marginalmente en el cliente final y que en muchos casos los precios se mantienen estables. “Aparentemente, las cadenas de distribución e integración están absorbiendo costos, ajustando sus márgenes para seguir siendo competitivas”, agregó Takata.

La capacidad fotovoltaica instalada acumulada en los segmentos de generación distribuida, que en el Brasil incluye todas las instalaciones fotovoltaicas no superiores a 5 MW, alcanzó los 2.963,3 MW a finales de junio.

El gobierno brasileño está apoyando la generación distribuida mediante el Convenio 16/15 (Convenio ICMS 16/2015), que exime a los propietarios de sistemas solares con una capacidad de generación de hasta 1 MW de pagar el impuesto estatal sobre las ventas del ICMS en virtud de un régimen de medición neta abierto a proyectos no superiores a 5 MW. Además, el Ministerio de Minas y Energía publica el Decreto Nº 10.387, por el que los proyectos de generación distribuida a partir de recursos fotovoltaicos tendrán acceso a bonos verdes.

 

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