Ya sea debido a procesos de producción inadecuados, tratamiento deficiente en el transporte y la instalación, condiciones climáticas o cualquier otro problema, las microfisuras que reducen el rendimiento son una fuente importante de estrés para los desarrolladores y propietarios de proyectos fotovoltaicos. Ahora, un proyecto de investigación financiado por la UE ha descubierto que un tipo diferente de estrés podría proporcionar una solución, e incluso «curar» algunas grietas existentes.
Un equipo de científicos de la Universidad de California, en Riverside, que investiga el comportamiento electrónico «inusual» del grafeno prístino, ha descubierto que, en ciertas configuraciones, el material puede generar una corriente sin la necesidad de una unión p-n, lo que lleva a la posibilidad de construir dispositivos solares extremadamente delgados y ligeros.
Oxford PV, con sede en el Reino Unido, ha establecido un nuevo récord mundial de eficiencia para sus células solares tándem de perovskita/silicio.
El Laboratorio Nacional de Energía Renovable del Departamento de Energía de Estados Unidos ha propuesto una nueva metodología para determinar las tasas de degradación de los módulos solares, teniendo en cuenta los retos de medición como la deriva del sensor, los matices del inversor o la suciedad manteniendo el foco en los propios módulos solares.
El sistema convierte la luz blanca brillante del silicio fundido en electricidad utilizando células fotovoltaicas especializadas. Los investigadores afirman que el concepto podría almacenar electricidad a aproximadamente la mitad de los costos de las centrales hidroeléctricas bombeadas. Un solo sistema, compuesto por dos tanques de diez metros, podría abastecer a 100.000 hogares.
La eliminación de las emisiones del aire aumentaría la radiación solar en un promedio del 11%, lo que permitiría que las células solares generen aún más electricidad. Al centrarse en China, dicen que en 2040 se podrían generar anualmente 85-158 TWh adicionales de electricidad si el aire estuviera limpio.
Científicos de la Universidad de Harvard han desarrollado un tipo de material que puede programarse para moverse en respuesta a varios estímulos, incluyendo la luz. Una posible aplicación, dice el grupo, podría ser en paneles solares con microestructuras integradas que puedan contraerse sin consumir ningún tipo de energía.
La planta fotovoltaica de autoconsumo generará parte de la energía consumida en el campus del Instituto Federal de Mato Grosso del Sur. Se espera que en 2019 se instalen otras siete plantas en los campus de la institución.
Investigadores de la Universidad de Tecnología y Economía de Berlín han determinado un «índice de rendimiento del sistema» para 16 sistemas de almacenamiento residencial. El índice clasifica los sistemas de acuerdo con la eficiencia económica. Los compiladores del índice dicen que muchos fabricantes carecen de transparencia con respecto al rendimiento del sistema.
El Instituto Tecnológico de Energía Solar, Minería de Bajas Emisiones y Materiales Avanzados del Litio y otros materiales se realizará gracias a una inversión de $193,4 millones y deberá contar con un cofinanciamiento privado promedio de un 30%.
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