En el interior del estado de Santa Catarina, uno de los principales retos para los pequeños productores de pollos y cerdos era aumentar el consumo de energía en una red monofásica que a menudo suministraba sólo 3.000 kW/mes a una necesidad de entre 6.000 y 10.000 kW/mes para mantener y ampliar la producción. La dificultad se debía a la orografía y el clima de Santa Catarina, con mucho terreno sombreado que no favorece las instalaciones.
Con la idea de llevar la energía solar a estos pequeños municipios, la empresa integradora Solarcred Energia, del municipio de Quilombo, puso en marcha la creación de cooperativas que pudieran utilizar la energía generada por plantas fotovoltaicas en el modelo de generación compartida. Las plantas tienen una capacidad instalada de 0,5 MW y en ellas participan un mínimo de 20 cooperativas individuales y otras con más de 100 socios.
Las cooperativas convocaron un concurso en el que se describían los requisitos técnicos que debían cumplir las plantas para alcanzar la potencia prevista. Se compró una media de 780 a 850 módulos bifaciales de 580 W a JA Solar, distribuidos por Bold Energy. El siguiente paso, según Solarcred Energia, es invertir en almacenamiento, que esperan completar en 2025.
En 2022, se crearon 17 nuevas Cooperativas Solares en Santa Catarina, así como tres cooperativas de servicios y agricultura familiar en el estado, y dos en Rio Grande do Sul. Estas cooperativas ya cuentan con 48 proyectos fotovoltaicos de minigeneración y microgeneración aprobados, incluyendo un proyecto mixto con gas. En conjunto, estas plantas tienen una capacidad de generación de 2.540 MWh al mes, con un coste total de instalación previsto de 70,8 millones de reales, y representan un impacto directo en la vida de 5.080 cooperativistas, que ahora ven reducidas sus facturas de energía, ahorrando en conjunto más de 1,2 millones de reales al mes.
Además, la viabilidad de estas plantas generó 70 empleos parciales, repartidos entre 22 administrativos de las cooperativas y 48 personas dedicadas al mantenimiento de los proyectos. Para los agricultores familiares que alquilaron tierras para instalar las plantas, esta iniciativa supone unos ingresos adicionales de un salario mínimo por cada 0,5 hectáreas de tierra. Esto representa una importante reducción de las emisiones de CO₂, estimadas en 7.819 toneladas anuales, lo que equivale a plantar 775.845 árboles durante 25 años.
Según el consejero delegado de Solarcred Energia, Odair José Demarco, «cada planta tiene aproximadamente entre 50 y 80 socios y las participaciones del 1% cuestan una media de 30.000 reales, generando aproximadamente 500 kW al mes. Producen una media de 55.000 kW/mes y, en algunas localidades, el terreno para la construcción fue donado por el municipio mediante contratos de permuta y en otras adquirido por las propias cooperativas.
Hasta el momento, de las 48 centrales previstas, 18 ya están en funcionamiento en municipios catarinenses de entre 3.000 y 10.000 habitantes, como Jardinópolis, Nova Erechim, Nova Itaberaba, Coronel Freitas, Cordilheira Alta, Flor do Sertão, Santa Terezinha do Progresso, Saudades, São Bernardino, Tigrinhos, Quilombo, Videira, Aratiba, Marcelino Ramos y Charqueadas-RS. Algunas cooperativas han hecho dos o tres proyectos y todas tienen sistemas de monitorización en tiempo real por PV Operation», explica.
Para el director general, la gran ventaja es que ofrece un ahorro para que el productor pueda invertir en su negocio, de modo que el dinero vuelve al municipio, lo que repercute directamente en la economía local. Además, los molinos ya se consideran atracciones turísticas, lo que también contribuye al desarrollo de los municipios. «Esa es la fuerza de la cooperativa: la solución al problema de inversión de un pequeño productor y un ahorro de al menos el 50%, lo que permite aumentar la producción agrícola con una potencia que no sería posible sin la energía solar.»
Demarco también dice que ha ayudado a algunos productores a obtener préstamos para invertir en la planta del Programa Nacional de Fortalecimiento de la Agricultura Familiar (Pronaf) con líneas de crédito más atractivas. El consejero delegado también dijo que Solarcred todavía tiene otras 20 plantas en construcción o en proyecto para inversores interesados.
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