Canadá introduce importantes créditos fiscales a la inversión en energías limpias

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La Declaración Económica de Otoño de 2022, recientemente publicada, introduce créditos fiscales a la inversión (ITC) para las tecnologías limpias y el hidrógeno limpio que ayudarán a impulsar la transición hacia la energía neta cero y a hacer que Canadá sea más competitivo con los Estados Unidos.

“Tras la adopción de la Ley de Reducción de la Inflación en Estados Unidos, la necesidad de un crédito fiscal para las tecnologías limpias competitivo en Canadá es más importante que nunca”, dijo el gobierno en su Declaración.

Los créditos fiscales a las tecnologías limpias se ofrecerán a quienes inviertan en tecnologías de cero emisiones, almacenamiento en baterías e hidrógeno limpio. La medida sigue a la aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación en Estados Unidos, que fue promulgada en agosto por el Presidente Joe Biden. La IRA incluye una prórroga de 10 años del ITC al 30% del coste de los equipos instalados, bajando al 26% en 2033 y al 22% en 2034. Años de incertidumbre sobre el ITC crearon inestabilidad en el sector de las energías limpias en Estados Unidos, pero la prórroga de diez años se considera el tipo de garantía que los inversores estadounidenses necesitan para adoptar las tecnologías limpias.

“Si bien la IRA acelerará sin duda la transición en curso hacia una economía norteamericana neta cero, también ofrece enormes apoyos financieros a las empresas que localizan su producción en Estados Unidos, desde la producción de baterías para vehículos eléctricos hasta el hidrógeno, pasando por los biocombustibles”, señaló el Gobierno en la actualización económica. “Sin nuevas medidas para seguir el ritmo de la IRA, Canadá corre el riesgo de quedarse atrás”.

El nuevo crédito fiscal canadiense del 30% se aplicará a las inversiones en generación y almacenamiento de energía renovable, así como en calefacción de bajas emisiones de carbono y vehículos industriales de emisiones cero. El gobierno canadiense también tiene previsto un crédito fiscal para la producción de hidrógeno, cuyo diseño aún está por determinar.

El crédito fiscal es sólo una parte inicial de la respuesta de Canadá. El gobierno canadiense también propuso un impuesto del 2% sobre la recompra de acciones por parte de las empresas, que pretende “animar a las empresas a reinvertir sus beneficios en sus trabajadores y negocios”, según la declaración.

Se calcula que el impuesto generará 1.500 millones de dólares en cinco años y entrará en vigor el 1 de enero de 2023. También se pondrá en marcha un fondo de crecimiento, anunciado por primera vez en abril, a finales de año con una capitalización de 15.000 millones de dólares para ayudar a mitigar los riesgos que asumen los inversores privados al invertir en nuevas tecnologías e infraestructuras.

En el presupuesto del próximo año, Canadá introducirá nuevas medidas para aumentar la competitividad de la fabricación avanzada, según el documento.

“Lo que los trabajadores canadienses necesitan es un gobierno con una política industrial real y sólida; un gobierno comprometido con la inversión en la transición a cero, con la incorporación de nuevas inversiones privadas y con la ayuda a la creación de puestos de trabajo bien remunerados de costa a costa”, dijo Chrystia Freeland, viceprimera ministra y ministra de Finanzas.

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