La fuente solar acaba de alcanzar la marca de 53 GW de potencia instalada operativa en Brasil, según un informe de la Asociación Brasileña de Energía Solar Fotovoltaica (Absolar). La generación solar distribuida suma 35,5 GW y las grandes centrales de generación centralizada otros 17,5 GW.
A pesar del reciente crecimiento, el sector se ha enfrentado a desafíos como el aumento del impuesto a la importación de módulos fotovoltaicos, recortes en la generación renovable sin reembolso a los generadores y obstáculos para conectar la generación distribuida, advierte la asociación. Según Absolar, desde 2012, el sector fotovoltaico ha traído a Brasil más de 241.000 millones de reales 41.000 millones de dólares) en nuevas inversiones, ha generado más de 1,5 millones de nuevos empleos verdes y ha aportado más de 74.700 millones de reales en ingresos a las arcas públicas.
Como resultado, la fuente ya ha evitado la emisión de unos 64,2 millones de toneladas de CO2 en la generación de electricidad. Actualmente, representa el 21,6% de toda la capacidad instalada en la matriz eléctrica brasileña, lo que la convierte en la segunda mayor fuente.
«El año 2024, en particular, fue de grandes dificultades para el sector, con las distribuidoras negando la conexión de nuevos sistemas solares con el argumento de la inversión del flujo de energía, en el caso de la generación distribuida. En el caso de la generación centralizada, el sector fue objeto de cortes de generación (restricción o constrained-off) por parte del Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS), lo que afectó fuertemente a los ingresos de los generadores, dificultó el cumplimiento de los contratos y puso en peligro las inversiones en nuevos proyectos solares. Para ambos segmentos, el reciente aumento del impuesto a la importación de paneles solares fue recibido con preocupación y descontento, ya que juega en contra del crecimiento de la tecnología en Brasil», señala el presidente del Consejo de Administración de Absolar, Ronaldo Koloszuk.
En noviembre de 2024, el Gobierno Federal anunció un nuevo aumento del impuesto a la importación de módulos fotovoltaicos (paneles solares), del 9,6% al 25%. La medida pone en peligro el avance de la tecnología en Brasil, ya que encarece la energía solar para los consumidores residenciales, comerciales, industriales, rurales y públicos, dificultando el acceso de la población a la fuente solar, precisamente en un momento en que el mundo trabaja para combatir el cambio climático y acelerar la transición energética.
El director ejecutivo de Absolar, Rodrigo Sauaia, advierte que muchos de los obstáculos enfrentados en 2024 permanecen en el horizonte de corto y mediano plazo para los empresarios del sector. «Por eso, Absolar seguirá trabajando duro para resolver los principales desafíos y construir soluciones eficaces para el sector fotovoltaico, en contacto con las distribuidoras de electricidad, la agencia reguladora, los órganos del sector eléctrico, el Congreso Nacional y el Gobierno Federal», dice.
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