Colombia: “Un buen 2022, aunque las obras de expansión y los proyectos de generación van a ritmos diferentes”

¿Qué balance hacen de la actividad del sector en este año?

Fue un año lleno de cambios, como era de esperarse por la agenda política del país. El procedimiento de solicitudes de conexión ante la UPME (Unidad de Planeación Minero Energética) logró en gran medida organizar las particularidades de la capacidad de transporte en el sistema, y dio cuenta de que la expansión de generación en el país está siendo y seguirá siendo renovable, pues se presentaron solicitudes por más de 56 GW, en donde la mayoría, son de proyectos de Fuentes No Convencionales de Energía Renovable (FNCER). Asimismo, esperamos los resultados de la asignación de este año que se conocerán el próximo 30 de diciembre, en donde el objetivo es que el país asegure un importante porcentaje adicional de renovables con conexión asegurada.
En este sentido, dado que la expansión será basada en energías renovables, recibimos el proyecto normativo que pretende modernizar el mercado eléctrico; es algo que desde el gremio de renovables esperábamos en la medida en que permite una operación adecuada, eficiente y a la vez equitativa para que los proyectos FNCER compitan en el mercado mayorista. Es un proyecto que seguimos analizando y que cuenta con valiosas oportunidades de mejora y ajustes para que realmente incentive el desarrollo de este tipo de proyectos y evite futuras barreras.
Este año nos deja importantes experiencias que derivan en la conclusión de la necesidad urgente de una entrada masiva de los proyectos FNCER. Son estos proyectos la solución. Por un lado, asegurar la expansión necesaria para una demanda creciente, y resaltar que las energías renovables son sinónimo de eficiencia, competencia y, por lo tanto, aportará a la reducción del precio de la electricidad de cara a los usuarios finales.
En general, fue un buen 2022, que a pesar de la pérdida de inercia natural que trae un nuevo gobierno, nos deja ver muchas oportunidades de trabajo, pues si bien la transición ya empezó, sin duda aún necesita mucho trabajo para acelerarla y realmente materializarla.

¿Ha cumplido las expectativas?

El 2022 cierra con una entrada tímida en materia de renovables, los proyectos operando no superan los 300 MW en capacidad instalada, por lo tanto, si bien se dieron importantes avances en materia normativa y en el desarrollo mismo de proyectos con un pipeline de más de 13 GW FNCER con conexión aprobada, lo cierto es que aún hace falta. Necesitamos avanzar y como se lo hemos hecho saber al Gobierno Nacional, estamos para apoyarlos.

¿Qué hitos destacarían?

Este año se definió la hoja de ruta eólica offshore y su normativa relacionada con los permisos de ocupación para el desarrollo de los proyectos.
Aún con varios elementos de mejora que persisten, la aplicación de la resolución 075 de 2021 de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) sobre el proceso de conexión y las jornadas de socialización de la UPME mes a mes se desarrolló con información valiosa.
La publicación del proyecto normativo para la modernización del mercado, como se mencionó, las reformas que se plantean allí al mercado son necesarias para el desarrollo óptimo, competitivo y equitativo de los proyectos FNCER.
También, aunque con varios elementos por mejorar, se promulgó la política pública para los Recursos Energéticos Distribuidos, que no son más que sinónimo directo de la democratización. En materia normativa también se dieron señales sobre hidrógeno verde y energía geotérmica.
No menor, varios proyectos lograron su cierre financiero y alcanzaron a cerrar sus trámites y licenciamiento ambiental.

¿Cómo ven la perspectiva para el próximo año?

El próximo año esperamos ver una entrada decidida de proyectos de energías renovables como aporte fundamental a la transición energética, esto quiere decir que, confiamos que los procesos del permiting sean más efectivos para que la entrada de los proyectos sea una realidad.
Luego de conocer los resultados del proceso de solicitud de capacidad de transporte, estaremos atentos a los análisis expost y junto con las lecciones aprendidas seguir aportando a la mejora de este proceso.
Sin duda en materia normativa será un año con mucho trabajo, estamos en época de construcción del Plan Nacional de Desarrollo, la agenda regulatoria de la CREG nos convoca a trabajar en la definición de la regulación en materia de modernización de mercado, el inicio de revisión de las metodologías tarifarias y la revisión misma del código de redes, la convocatoria a la subasta de asignación de áreas marinas y la convocatoria misma de una subasta de Cargo por Confiabilidad entre varias iniciativas. Asimismo, esperamos seguir trabajando y construyendo una agenda de trabajo conjunta ente las autoridades ambientales, el Ministerio del Interior, gobierno general y las comunidades.

Y a medio plazo, ¿qué creen que queda por hacer? ¿Dónde es más urgente empujar?

Las obras de expansión y los proyectos de generación van a ritmos totalmente diferentes, por lo tanto, es importante determinar las causas de dicha descoordinación y evaluar si es necesario replantear los tiempos del planeamiento o, por el contrario, son problemas más estructurales que hacen que las obras de expansión no lleguen en los tiempos establecidos. Además, consideramos que se debe hacer una revisión sobre cómo se gestionan, mitigan y, sobre todo, asignan los riesgos entre el generador y el transportador a la hora de poner en operación un proyecto de generación.
En el marco de la transición energética, se requiere una regulación integral al proceso de consulta previa, que cuente con una política clara y que balancee adecuadamente los riesgos entre los interesados: Las comunidades, el estado y el desarrollador.
Se requiere también una conexión, un tejido, una discusión de fondo entre el sector ambiental y las energías renovables, toda vez que son pieza fundamental para alcanzar las metas adquiridas por Colombia en materia de reducción de emisiones, más aún en un escenario con una demanda de energía creciente que debe ser atendida por las energías renovables, pero que los proyectos de estas últimas no están pudiendo entrar al sistema colombiano. Las energías renovables son la clave importante para la electrificación de la economía.