El alza de precios y las reglas actuales ponen en riesgo 1,5 GW de proyectos PMGD en Chile

El segmento de los Pequeños Medios de Generación Distribuida (PMGD) en Chile se está actualmente enfrentando con el alza constante de los precios de los paneles fotovoltaicos, que se debe a una serie de factores como el alza general de los precios de las materias primas así como de los costes de los transportes y logística en todo el mundo, y el resultado es que, al menos 1,5 GW de proyectos que se están desarrollando bajo este esquema podrían no realizarse si no se toman cuanto antes medidas para que esa pesadilla no se materialice.

“En contra de lo que pudiera parecer, el alza de los precios de los módulos es solo uno de los factores que están provocando esta situación,” dijo a pv magazine Carlos Cabrera, el presidente de la asociación chilena de energía solar ACESOL. “El problema es también que el marco regulatorio del Decreto Supremo n. 88 se redactó considerando tiempos normales de tramitación permisos y desarrollo de los proyectos, tiempos que desde finales del 2019, por las circunstacias conocidas por todos, se han hasta triplicado en algunos casos.”

Cabrera menciona un ejemplo: dicho decreto actualmente obliga a todos los que iniciaron la tramitación de sus permisos ambientales hasta abril de 2021 –es decir que cumplieron con el primer requisito para acogerse al artículo segundo transitorio del DS 88– a tener ingresado el informe favorable para construcción (IFC) antes de mayo 2022 para poder finalmente declararse en construcción. “Lo cual no se prevé posible, porque los mismos organismos del estado que emiten permisos tales como el IFC, RCA, estuvieron durante todo el año 2020 y parte del 2021 intermitentemente paralizados y, por tanto, hoy no están dando abasto al volumen de proyectos en calificación,” agregó Cabrera. “Por otra parte, bajo las actuales condiciones internacionales de inflación y escasez, no muchos proyectos lograrán hacerlo, ya que para declararse en construcción y mantener dicho estado hay que enviar al regulador una serie de antecedentes que acrediten la compra con bastante anticipación de seguidores, paneles y sistemas de montaje.”

Está claro que con las dificultades actuales en encontrar paneles y otros productos fotovoltaicos en el mercado, con los precios que siguen aumentando, y el peso cjilemo, que sigue siendo muy volátil, muchos desarrolladores podrían abandonar los proyectos con más riesgo de no volverse bancables. “Si el gobierno no decide extender la fecha límite para la declaración en construcción de los proyectos en, al menos, un año, muchos de los proyectos que se aprobaron en abril de 2021, o sea casi 1,5 GW de potencia, podría no ver la luz y esto sería un desastre para el sector de las renovables, ya que las empresas desarrolladoras de los proyectos ya representaron una inversión de cierta envergadura.”

Si consideramos que la semana pasada la consultora británica IHS Markit dijo que hasta 2023 podrían no bajar los precios de los paneles, está claro que extender en un año el plazo necesario para la declaración en construcción sería lo mínimo que se pueda pedir para estos proyectos. “Hay que considerar que, aproximadamente, el 60% de la capacidad aprobada antes de abril 2021 pertenece a cuatro o cinco grandes grupos que tienen muchos recursos financieros, y ellos mismos tienen serias dificultades con estos precios,” explica Cabrera. “Imagínese, entonces, lo que están pasando las pequeñas y medianas empresas que operan en el segmento PMGD en esta fase.”

Según Cabrera, solo una extensión de la fecha límite para la declaración en construcción podría solucionar en parte esta situación de crisis. “Hay que actuar cuanto antes para evitar que el segmento PMGD, que es un caso de éxito para las renovables en Chile y en América Latina, no acabe paralizándose por completo.”

Bajo el programa PMGD, los proyectos de potencia de hasta 9 MW (AC), son elegibles para el régimen de precios estabilizados calculados  semestralmente por la Comisión Nacional de Energía de Chile (CNE). El programa otorga conexión automática a la red de media tensión y la certeza de que toda la producción de energía se inyectará al sistema eléctrico.