Opinión- El salvador de las renovables en Perú: el vehículo eléctrico (parte 2/2)

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Por Ing. Andrés Muñoz, CEO de Infoenergética

Primer paso

Un bus. Esa es la flota eléctrica de la que dispone la ciudad de Lima, a día de hoy, para el transporte público regular. Además, este bus opera en un programa piloto que tiene como objetivo recopilar información sobre la ruta para, dos años después, conocer las necesidades de la sociedad para masificar esta tecnología y contribuir a la reducción de la huella de carbón en un 31% para el 2030, tal y como se refleja en el acuerdo ante las Naciones Unidas. Este programa piloto, el mismo que usó la compañía Enel en la capital de Chile, busca entender los beneficios económicos y sociales de estos transportes para determinar cuántos harían falta para disponer de una red de transporte sostenible.

La renovación del transporte urbano debe ser la primera piedra para este proceso y, según la situación actual, se debe proponer un plan mucho más ambicioso que el de disponer, únicamente, de un bus eléctrico. Lima es una ciudad de, aproximadamente, 15 millones de habitantes, de los cuales el 75% se desplaza mediante transporte metropolitano cada semana. El pasado mes de noviembre se aprobó la creación de la Autoridad del Transporte Urbano de Lima y Callao para garantizar el funcionamiento de un sistema integrado de transporte y que permita satisfacer las necesidades de traslado de los ciudadanos, mientras que Chile dispone ya de 100 buses eléctricos. El primer paso, por tanto, debe ser una apuesta firme, segura y ambiciosa por una flota de transporte eléctrica que, aunque sea en proyecto piloto, va a ser indispensable en una urbe con tanto movimiento. Esta apuesta, lógicamente, traerá de la mano la necesidad de tener un punto de recarga, al menos, de gran tamaño ubicado en alguna instalación y otras, de menor tamaño, en diferentes paraderos. La fotovoltaica aislada de la red tendría aquí un papel protagonista para almacenar en baterías bajo el suelo, como opción más segura, la energía necesaria para cargar la flota.

El papel del Gobierno

Paralelamente a la apuesta por la inversión en transporte urbano eléctrico, el Gobierno debe marcarse plazos límites para disponer de un marco normativo en condiciones de cimentar la penetración del VE (vehículo eléctrico) en el país, contemplando que esas condiciones se fundamenten también en un incremento de la participación de energía renovable. En el marco del VII Congreso Internacional del Día de la Energía, el ministro de Energía y Minas de Perú, Francisco Ísmodes, indicó la necesidad de desarrollar una política energética de cara al año 2030. Esta política debe contar, entre sus pilares, con un marco normativo claro sobre los beneficios, impuestos, costes y condiciones de uso del VE, así como un plan detallado sobre los objetivos de construcción de electrolineras o incorporación de puntos de recarga eléctricos en gasolineras existentes en las vías principales e indicar las ayudas que van a tener los ciudadanos por usar y comprar vehículos eléctricos. Un marco que defina los cimientos para que la sociedad comience a ver que comprar un coche eléctrico no sólo le va a ser rentable por el consumo de combustible, si no que va a disponer de ayudas, beneficios y facilidades de uso.

Una de las iniciativas del Gobierno ha sido que este tipo de vehículos disponga de una tasa cero sobre el ISC (Impuesto Selectivo al Consumo), con la intención de implementar un bono que subsidie la compra. Aunque a paso lento, ya se ve una voluntad política que se puede complementar con otras ayudas, tal y como sucede en otros países (sobre todo en la Unión Europea), que se basan en una reducción sobre el impuesto de circulación, la no necesidad de pagar peajes en las autopistas o incluso una reducción importante sobre este importe si el vehículo es ecológico, aunque no sea 100% eléctrico (híbridos enchufables).

Estas iniciativas se centran en ayudar a la sociedad a facilitar la compra y el mantenimiento de estos vehículos. Las renovables serían las encargadas de cargar el combustible mediante instalaciones de autoconsumo en edificios, hogares y, principalmente, centros comerciales y supermercados.

El VE como salvador de las renovables

ABB se propone instalar 500 electrolineras cada 50 km en la Panamericana Norte para el 2030. Audi y Volkswagen ya han comunicado que las firmas de automoción deben ponerse de acuerdo para que todos los vehículos necesiten el mismo cargador. Una vez vistos los primeros pasos para hacer crecer la demanda eléctrica mediante el impulso del VE, falta ver cómo se beneficiarán, y resultarán indispensables, las tecnologías renovables en este nuevo paradigma.

A falta de un incremento en la demanda eléctrica de la sociedad y de la industria, el VE y su necesidad de cargar baterías representan una de las mejores opciones para implementar soluciones de generación renovable como electrolineras e instalaciones de autoconsumo. En la generación distribuida puede radicar la clave para que la fotovoltaica, la mini eólica e incluso pequeñas instalaciones alimentadas por biomasa puedan introducir a las tecnologías renovables en el sector y ocupar una posición fundamental en la matriz energética de la región, siendo las encargadas de abastecer de combustible al parque automotriz.

Según el reglamento de generación distribuida del MINEN, existen dos tipos de instalaciones reguladas:

  • La MGD (Mediana Generación Distribuida): Instalaciones con capacidad mayor a 200 kW y menor o igual a 10 MW. Dirigidas a la venta al mercado eléctrico.
  • La MCD (Micro generación Distribuida): Instalaciones con capacidad máxima de 200 kW. Dirigidas al autoconsumo e inyección a la red del excedente.

Estas MCD deben disponer de una normativa que regule su actividad de manera transparente y en las que los siguientes estamentos deben:

  • OSINERGMIN: Fijar métodos de cálculo para las tarifas de acceso y las liquidaciones de los excedentes inyectados en red, además de supervisar y regular que las instalaciones cumplen la normativa.
  • MINEM: Elaborar una normativa clara y que promueva este tipo de instalaciones mediante la promoción y la creación de proyectos pilotos. Por ejemplo, la incorporación de flota de transporte eléctrica y la construcción e instalación de electrolineras para esa flota.
  • EMPRESAS DISTRIBUIDORAS: Deben encargarse de la puesta en marcha, de la operación e instalación de la conexión. Ofrecer al consumidor estudios técnicos e información sobre las posibilidades de conexión y colaborar con los organismos públicos para trabajar en dichos proyectos pilotos.

Opinión personal

A menudo nos preguntamos por qué ciertas regiones con potencial en energías renovables no se aprovecha. En estos dos artículos he pretendido dar mi visión sobre una posible ayuda para impulsar las energías renovables en el Perú, un país con un enorme potencial solar, eólico, y donde la generación distribuida representa una gran solución para el autoconsumo eléctrico de zonas aisladas de la red. Dado que la demanda de energía no crece y el parque de generación se encuentra sobredimensionado, esas instalaciones aisladas pueden ser uno de los únicos métodos de atracción para las tecnologías renovables mientras el Gobierno se decide a lanzar una nueva subasta RER.

Este escenario es un ideal a largo plazo. El programa piloto del primer bus eléctrico durará 2 años, no existe una conciencia general sobre la importancia de reducir las emisiones de gases contaminantes y a nivel de normativa y reglamento, aún se está en una fase muy inicial. Por tanto, imaginar este escenario a corto plazo es una quimera, pero es no influye en la importancia de tenerlo en cuenta y de comenzar a alinear posiciones para contribuir al desarrollo sostenible del transporte eléctrico.

Aun así, espero que la lectura de este artículo sirva para imaginar un camino que, aunque no está en mi mano diseñar y construir, si pueda dar luz a una salvación para las energías renovables en el Perú. Una salvación que depende, como casi siempre, de que todos los estamentos de la sociedad cumplan su misión. Gobierno, empresas y ciudadanos.

Fuentes: Ecoviat, autopistas.com, El Comercio, libro: El vehículo eléctrico y su infraestructura de carga (Ana Ruiz), SectorElectricidad.

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