Chile: el debate de propuestas presidenciales sobre energía confirma la primacía de las renovables

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“Hace cuatro años estaríamos todos discutiendo unos contra otros probablemente, hoy día estamos prácticamente todos viendo la cosa en un mismo horizonte.” Esta frase, pronunciada por Estaban Tomic, representante del candidato presidencial de la Democracia Cristiana, Carolina Goic, resume a la perfección cómo se desarrolló el debate de ayer trasmitido por LaRedTv sobre el futuro energético de Chile en las visiones de los cuatro candidatos presidenciales.

De hecho, todos los candidatos parecían recitar una misma partitura en la que se invocaba más energía solar y más renovables, una mayor democratización de la energía y un mejor marco regulatorio para la generación distribuida, y donde palabras como carbón, combustibles fósiles o energía nuclear casi no se escucharon o, si se escucharon, se oyeron en relación a conceptos como descarbonización, cierre de centrales o reducción de emisiones. Algo simplemente impensable hace solo diez o cinco años.

“Hay políticas que han transcendido más de un gobierno”, reconoció durante el debate Susana Jiménez, representante de Sebastián Piñera, candidato presidencial de Chile Vamos, formación que agrupa a cuatro partidos de centro, centroderecha y derecho.

El debate, sin embargo, ha presentado distintos puntos de vista sobre la necesidad de implicar o no a las comunidades en la realización de megaproyectos de infraestructuras energéticas o de distribución, sobre la neutralidad con respecto a las distintas tecnologías de generación y sobre las modalidades con las que se tiene que dar más impulso a la generación distribuida.

Susana Jiménez, por su parte, habló de la necesidad de una matriz energética más limpia y más económica, y anunció que el objetivo ahora es avanzar hacia una matriz 100 % limpia y renovable, privilegiando la energía solar y eólica. Jiménez defendió el principio de la neutralidad tecnológica y la necesidad de seguir actuando en una óptica de mercado. “Este sistema ha permitido que se desplegaran distintas tecnologías y que compitieran entre ellas”, dijo la representante de Chile Vamos.

Nelson Muñoz, que representa al candidato presidencial Alejandro Guillier apoyado por los partidos de la Nueva Mayoría, que agrupa a un conjunto de partidos de centroizquierda e izquierda que sostienen el actual gobierno, ha subrayado los resultados positivos alcanzados en los últimos años en temas de renovables y ha dicho, sin embargo, que el esquema de medición neta pueda ser mejorado para que las grandes potencialidades creadas por el actual gobierno con la generación distribuida “puedan ser transferidas a la gente”. “Tenemos que darle continuidad a la generación distribuida mediante una ley marco que acote bien cuáles son los objetivos”, dijo Muñoz durante el debate. “En el corto plazo, sin embargo, no podemos tener una posición neutral en cuanto a la tecnología”, añadió. “El mercado no puede resolverlo todo, y el sistema actual está basado en una neutralidad tecnológica. Tenemos que abandonar el carbón cuanto antes, independientemente de los mecanismos del mercado.”

Julio Lira, que representa la candidata de izquierda Beatriz Sánchez del Frente Amplio, dijo que un futuro gobierno liderado por Sánchez podría ampliar tanto el papel de la generación distribuida como el de las comunidades locales en las decisiones para la instalaciones de planta de generación de gran tamaño “para que la ciudadanía se empodere de la energía”. Lira reconoció el buen trabajo hecho por el actual gobierno y subrayó también la necesidad de alejarse de un modelo en el que los grandes proyectos estén fuera del control de los ciudadanos.

Tomic, por su parte, avanzó una propuesta en la que destacan el papel central de las renovables y una mayor democratización del acceso a la energía a través de la generación distribuida. Además, el representante invitó los electores a “pensar en grande” y apostar en las tecnologías de almacenamiento basadas en el litio, con el que el país ya tiene una larga experiencia.

Todos los participantes del debate coincidieron en la necesidad de un cierre más o menos temprano de la centrales a carbón, especificando unos los altos costes sociales y económicos producidos por la contaminación que causan y subrayando otros que su sustitución por centrales de renovables estará determinada por factores de viabilidad en el mercado.

En cuanto a la generación distribuida de fuente solar, que sigue siendo una de las asignaturas pendientes de Chile en el ámbito de las renovables, ninguno de los representante de los cuatro candidatos dijo exactamente cómo podría mejorarse la regulación actual de medición neta.

Casi tres años después de que entrara en vigor la ley que la regula, la potencia fotovoltaica instalada en régimen de autoconsumo es de tan solo 8 megavatios. La falta de entusiasmo de los chilenos por la generación distribuida se debe quizás a la dificultad que entraña el esquema “net billing” que, en lugar del más seguro “net metering”, no garantiza un nivel adecuado de incentivo en la inyección del excedente al la red.

El debate, en definitiva, ha abarcado todos los aspectos generales del sistema energético del país sin entrar en los detalles de las recetas que las distintas fuerzas políticas quieren adoptar para alcanzar los que ahora ya parecen objetivos comunes imprescindibles. La menor o mayor presencia del estado en los procesos decisionales parece ser el mayor motivo de discrepancia entre las fuerzas políticas en un escenario en que el sol y el viento se ven como fuentes destinadas a una primacía absoluta.

Chile, de hecho, es el país con el más alto nivel de radiación solar del mundo, y de esto parecen ser conscientes todos los candidatos a la presidencia.

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