Los incendios invernales sofocan la energía solar en Sudamérica

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Según el análisis realizado con la API de Solcast, amplias zonas del norte de Brasil registraron en julio un +10% más de irradiancia de lo normal, mientras que partes de Uruguay, Argentina y Chile registraron hasta un 20% más de lo normal. Sin embargo, los incendios forestales en Brasil fueron mucho más intensos de lo habitual en julio, con más incendios registrados que en casi 20 años. El humo afectó a la irradiancia en el sur de Brasil, mientras que el tiempo estable en las regiones occidentales aumentó la irradiancia en el norte del país y su alta concentración de activos solares al norte de Río de Janeiro.

Los incendios forestales en Brasil, alimentados por condiciones excepcionalmente secas, anomalías positivas de temperatura y fuertes vientos, provocaron un drástico aumento de los niveles de aerosoles en toda Sudamérica. Estos aerosoles, que absorben y dispersan la luz solar, provocaron una notable reducción de la irradiancia solar. El impacto fue generalizado, con penachos de aerosoles viajando hacia el sureste, afectando a zonas mucho más allá de la cuenca del Amazonas. Esto puede observarse en la anomalía de «irradiancia de cielo despejado» que se muestra a continuación. La irradiancia del cielo despejado mide la irradiancia disponible antes de tener en cuenta la nubosidad.

El número de incendios forestales en Brasil se disparó en julio, con una cantidad de fuegos desde principios de año casi 20 veces superior a la registrada en el mismo periodo de 2023. Una combinación de precipitaciones medias diarias cercanas a cero y temperaturas elevadas ha provocado incendios descontrolados y ha contribuido a uno de los descensos más graves de la irradiancia del «cielo despejado» observados en los últimos años.

Por el contrario, la Alta del Pacífico Sur -un sistema persistente de altas presiones situado al oeste de Chile- provocó un aumento significativo de la irradiancia solar en Chile y Argentina. Esta dorsal de altas presiones, más fuerte de lo habitual, estabilizó la atmósfera, suprimiendo la formación de nubes y reduciendo las precipitaciones en estas regiones. Como resultado, los niveles de irradiancia aumentaron hasta un 20% en comparación con la media de julio, proporcionando un impulso sustancial a la producción de energía solar. Las precipitaciones medias diarias también se redujeron aproximadamente a la mitad, reforzando las condiciones secas y despejadas favorables para la generación solar.

Sin embargo, el extremo sur de Sudamérica experimentó temperaturas más frías y una menor irradiación solar debido a los vientos procedentes de más al sur de lo habitual. Estos vientos trajeron aire frío de las regiones polares al continente, provocando un descenso de las temperaturas medias de hasta 6 ºC en algunas zonas de Chile, Argentina, Paraguay y Bolivia. Los vientos del este, más fuertes de lo habitual en el sur de Chile, combinados con los fuertes vientos anticiclónicos que rodean el Pacífico Sur, dirigieron el aire húmedo del Pacífico hacia el interior. Esto provocó un aumento de las precipitaciones y una disminución de entre el 10% y el 20% de la irradiación solar en las regiones meridionales afectadas.

Solcast elabora estas cifras rastreando las nubes y los aerosoles con una resolución de 1 a 2 km a escala mundial, utilizando datos de satélite y algoritmos AI/ML propios. Estos datos se utilizan para impulsar modelos de irradiancia, lo que permite a Solcast calcular la irradiancia a alta resolución, con un sesgo típico inferior al 2%, y también previsiones de seguimiento de nubes. Estos datos son utilizados por más de 300 empresas que gestionan más de 150 GW de activos solares en todo el mundo.

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