Hoja de ruta para alcanzar el objetivo de Puerto Rico de un 100% de energía renovable en 2050

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En 2017, cuando los huracanes consecutivos destruyeron alrededor del 80% de la red eléctrica de Puerto Rico y provocaron la pérdida de miles de vidas, se aprobó la Ley 17, una política de transición a la energía 100% renovable para 2050.

Un análisis del Laboratorio Nacional de Energías Renovables de EE. UU. (NREL, por sus iniciales en inglés) reveló que Puerto Rico tiene 40 GW de potencial solar. El NREL modeló las vías para alcanzar los objetivos fijados por la Ley 17 de Puerto Rico: 20% de generación renovable para 2022, 40% para 2025, 60% para 2040 y 100% para 2050.

El NREL informó que Puerto Rico tiene 20 GW de potencial solar a escala de servicios públicos, sobre todo a lo largo de las costas, y 20 GW de potencial solar distribuido. Sólo 10 GW de energía solar podrían satisfacer las necesidades de Puerto Rico, según las estimaciones del presidente de la Asociación Solar y de Almacenamiento de Energía (SESA), PJ Wilson.

Los posibles caminos a seguir en el Estudio sobre la Resiliencia de la Red Eléctrica de Puerto Rico y la Transición al 100% de Energía Renovable, o PR100, concluyeron que Puerto Rico puede alcanzar su objetivo del 100% de energía renovable para 2050, pero queda mucho trabajo por hacer. Los investigadores crearon una hoja de ruta con las acciones necesarias a corto y largo plazo para avanzar hacia un futuro renovable y resiliente.

“Durante el último año, he visitado comunidades de todo Puerto Rico, escuchando la visión de los residentes sobre cómo podría ser un futuro energético más limpio y resistente. Ahora, PR100 está listo para ayudarles a hacer realidad esas visiones”, dijo Jennifer M. Granholm, secretaria de Energía de EE.UU.

El informe identifica tres escenarios.

El escenario 1 se define como la adopción económica de los recursos energéticos distribuidos (DER) basada principalmente en el ahorro de facturas y el valor de la energía de reserva para los propietarios de edificios, y el escenario 3 como el despliegue máximo de los DER en todos los tejados adecuados.

El escenario 2 se sitúa entre ambos, ampliando la adopción de los DER a los hogares con rentas muy bajas (0%-30% de la renta media de la zona) y a los de zonas remotas que, de otro modo, no habrían adquirido sistemas. También hay variaciones en estos escenarios, especialmente en lo que se refiere al uso del suelo a escala de servicios públicos, ya que el suelo agrícola está muy valorado en Puerto Rico. También hay variaciones en torno a la carga eléctrica, porque es difícil proyectarla hasta 2050.

El informe define acciones de implementación, que están muy detalladas en el Informe Final de PR 100, pero que se resumen en cinco acciones:

  • Inmediatas para construir un sistema eléctrico más sólido y sentar las bases de altos niveles de energía renovable
  • A corto plazo para alcanzar el 40% de energía renovable al tiempo que se avanza hacia un rendimiento del sistema aceptado por la industria y se aumenta la resiliencia.
  • A medio plazo para alcanzar el 60% de energía renovable y adquirir experiencia operativa y capacidad de adaptación en el diseño del sistema.
  • A largo plazo en el camino hacia el 100% de energía renovable donde se logre un despliegue y funcionamiento efectivos del complejo sistema.
  • Recurrentes para mantener y mejorar continuamente el sistema y los procesos de planificación asociados.

Se espera que las acciones inmediatas aumenten la capacidad del sistema en aproximadamente un 40% (de renovables) realizando reparaciones urgentes en la red. Parte de este paso consiste también en incentivar a los clientes para que utilicen las baterías de forma interactiva con la red. El Programa de Respuesta a la Demanda de Emergencia de Baterías, puesto a prueba por la compañía eléctrica LUMA, es un ejemplo del inicio de un esfuerzo de este tipo.

Dado que el objetivo de reforzar la red y añadir energías renovables es la resistencia, el informe subraya que deben aplicarse las mejores prácticas para garantizar que las energías renovables funcionen eficazmente. Una sugerencia es utilizar los sistemas fotovoltaicos de los tejados como microrredes, crear centrales eléctricas virtuales y añadir equipos de detección en el sistema de distribución y transmisión para ayudar a identificar las zonas problemáticas antes de que se produzcan cortes.

El informe señala además medidas permanentes y recurrentes que incluyen la participación de las partes interesadas y la creación de mano de obra para apoyar los sistemas de energías renovables. Se calcula que se necesitarán 25.000 puestos de trabajo para la transición al 100% de energías renovables en Puerto Rico, por lo que es imperativo apoyar el desarrollo y la expansión de la formación laboral.

En resumen, el informe señala que con la finalización del estudio, ahora está en manos de quienes pueden aplicar las conclusiones. El informe completo puede consultarse aquí.

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