La generación solar distribuida (GD) en Brasil ha superado los 21 GW de potencia instalada. Los sistemas residenciales representan la mitad de este volumen, con 10,5 GW repartidos en más de 1,5 millones de unidades, una media de 7 kW por microplanta. En total hay 1,9 millones de sistemas solares fotovoltaicos conectados a la red, que generan créditos energéticos para 2,5 millones de unidades consumidoras.
De enero a 29/05, se instalaron en Brasil al menos 3,131 GW de generación solar distribuida; las cifras aún pueden actualizarse con datos de instalaciones más recientes. Los sistemas residenciales también representaron aproximadamente la mitad de la expansión en 2023 hasta el momento, con 1,6 GW de nuevas conexiones.
Considerando que el ritmo de crecimiento observado entre enero y mayo se mantenga a lo largo de 2023, la generación solar distribuida tendría una expansión de 7,5 GW, alcanzando 25,4 GW al final del año.
Según Absolar, desde 2012, hubo cerca de 105,8 mil millones de reales (21 mil millones de dólares) en nuevas inversiones, que generaron más de 630 mil empleos acumulados en el período, distribuidos por todas las regiones de Brasil, y representan una recaudación de 29,3 mil millones de reales (5,8 mil millones de dólares) para las arcas públicas.
Estados
La generación solar distribuida está presente en 5.527 municipios, de un total de 5.570, y en todos los estados brasileños. São Paulo ha tomado recientemente la delantera en capacidad de GD solar acumulada entre los estados, habiendo añadido más de 1 GW en 2022 y, a mediados de mayo de 2023, ya había añadido otros 500 MW y ahora acumula 2.900 MW.
Además de São Paulo, Minas Gerais, Rio Grande do Sul, Paraná, Santa Catarina y Mato Grosso han superado la marca de 1 GW instalado. El año pasado surgieron otros estados que crecieron más rápidamente. Espírito Santo, Pará, Alagoas, São Paulo y Bahia duplicaron la capacidad instalada de generación micro y mini fotovoltaica en 2022.
Empresas tradicionales y nuevos nichos
El crecimiento viene atrayendo empresas de segmentos más tradicionales del sector energético, incluso las propias distribuidoras, como Energisa, que adquirió en 2019 Alsol, ahora (re)energisa, que desplegará 144 MW de GD solar con una financiación de 700 millones de reales (139 millones de dólares) del Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES).
Omega Energia, que opera 1.869 MW de generación centralizada incluyendo eólica, creó en mayo un holding en sociedad con Apolo para invertir 140 millones de reales (27 millones de dólares) en el despliegue de 19 MWp de GD solar.
Ecom, comercializadora que opera desde hace más de 20 años en el mercado libre, pretende instalar 50 MWp de capacidad instalada de generación solar distribuida en São Paulo. La empresa está construyendo una central de 3,8 MWp con previsión de entrega en septiembre de este año, en el área de concesión de Elektro, en la modalidad de generación compartida. Además, la empresa ofrece servicios de gestión comercial para terceros.
Los diferentes modelos de negocio y la maduración del mercado también han favorecido el surgimiento de empresas especializadas en fases específicas de los proyectos, desde la captación de clientes hasta la gestión del crédito, especialmente en la modalidad de generación compartida.
Adhesión a la agenda social, económica y ambiental
Para el director ejecutivo de Absolar, Rodrigo Sauaia, el crecimiento de la autogeneración de energía solar fortalece la sostenibilidad y el protagonismo internacional de Brasil, alivia el presupuesto de las familias y amplía la competitividad de los sectores productivos brasileños.
“La fuente solar es una palanca para el desarrollo social, económico y ambiental del país. En particular, tenemos una inmensa oportunidad de utilizar la tecnología en programas sociales, como las casas populares del programa Minha Casa Minha Vida, en la universalización del acceso a la energía eléctrica por el programa Luz para Todos, así como en su uso en edificios públicos, como escuelas, hospitales, puestos de salud, comisarías, bibliotecas, museos, parques, entre otros, ayudando a reducir los gastos del gobierno en energía eléctrica para que tengan más recursos para invertir en salud, educación, seguridad pública y otras prioridades de la sociedad brasileña”, comenta Sauaia.
“Con buenas políticas públicas para la energía solar, el sector que genera más empleos e ingresos entre los mercados de fuentes renovables, Brasil podrá dar un gran salto hacia la ansiada reindustrialización”, afirma el presidente del Consejo de Administración de Absolar, Ronaldo Koloszuk.
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