En un comunicado conjunto, se explica que la asociación “se centra en la validación de la tecnología mediante la construcción de dos plantas dimensionadas para producir 5 kg/h de hidrógeno y, posteriormente, la puesta en marcha de una planta 10 veces mayor, de 44,5 kg/h”.
El hidrógeno a partir de etanol será producido con el biocombustible suministrado por Raízen y la tecnología desarrollada y fabricada por Hytron, actualmente propiedad del grupo alemán Neuman & Esser (Grupo NEA), con el apoyo del Instituto de Innovación en Biosintéticos y Fibras del SENAI CETIQT, y financiación de Shell Brasil, la filial en el país de la empresa de hidrocarburos anglo-neerlandesa Royal Dutch Shell.
El acuerdo también incluye la instalación de una estación de carga de hidrógeno de vehículos en el campus de la USP en la ciudad de São Paulo, en un donde uno de los autobuses que circulan en su interior dejará de utilizar gasóleo y el motor de combustión interna para comenzar a valerse del hidrógeno producido a partir de etanol y motores equipados con pilas de combustible. La previsión es que inicie operaciones en 2023.
“La tecnología puede instalarse fácilmente en las estaciones de servicio convencionales, lo que no requeriría cambios en la infraestructura de distribución, garantizando que el hidrógeno estará listo para alimentar los vehículos de forma rápida y segura”, explica el gerente de Tecnología de Baja Emisión de Carbono de Shell Brasil y director ejecutivo adjunto del Centro de Investigación para la Innovación en Gases de Efecto Invernadero que funciona en la USP, Alexandre Breda.
“El uso del hidrógeno no se limita al sector del transporte y beneficiará a otros segmentos del país en lo que respecta a la sustitución de las fuentes de energía fósiles”, afirma Breda.
El proyecto será financiado por Shell Brasil, a través de la cláusula de Investigación y Desarrollo de la ANP, con una inversión cercana a los 50 millones de reales (9,6 millones de dólares).
En mayo pasado, Shell Brasil anunció la puesta en marcha de la primera planta de hidrógeno verde del país, un proyecto piloto ubicado en el Puerto de Açu, en el norte del estado de Río de Janeiro. Se prevé que esté lista en 2025 con una capacidad inicial de 10 MW y podría alcanzar los 100 MW.
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Esto no sería hidrógeno verde, quizás se le podría llamar hidrógeno gris oscuro; porque al sacar el H2 del Etanol se producen grandes cantidades de CO2, que si no son recicladas eficientemente, van a la admósfera.