Placas solares chinas: cómo importar sin riesgo

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La importación de paneles solares deberá ceñirse a la nueva regulación 1357/2013 de la Comisión Europea que entró en vigor el 25 de diciembre. Según esta actualización del compromiso europeo, la procedencia de la placa fotovoltaica ya no la determina el país de fabricación o de ensamblaje de la misma, sino el país de elaboración de la célula, es decir, el país en el cual el wafer se convierte en célula. Esta es la etapa decisiva que determinará el origen del panel solar.
Si una oblea china se transforma en célula en Japón, siguiendo esta premisa, esta célula fotovoltaica se consideraría japonesa. Y, por ende, si dicha célula se usa para fabricar un panel solar en cualquier otro país, este módulo fotovoltaico se consideraría, bajo el criterio de la Unión Europea, como japonés. En caso de que una placa solar fotovoltaica haya sido fabricada con células provenientes de diferentes países, el origen de la misma lo determinarán las células que aparezcan en mayor proporción. Por esta razón, el fabricante debe ser capaz de demostrar la procedencia de sus células.
Para las placas solares importadas desde China, independientemente de cuál sea su origen, se seguirán aplicando los impuestos antidumping y antisubsidio acordados en el undertaking, es decir, del compromiso ofrecido en conexión con el procedimiento antidumping relativo a la importación de módulos fotovoltaicos de silicio cristalino y sus componentes clave originarios o exportados desde China. En este caso, la Cámara de Comercio China emitirá el certificado correspondiente (Export Undertaking
Certificate).

Así, aquellos fabricantes e importadores chinos que NO se hayan inscrito al pacto seguirán pagando los impuestos antidumping entre el 47,6% (los que colaboraron en la investigación pero no facilitaron muestras) y el 67,9% (los que no cooperaron).

Algunos paneles solares compuestos por células de fabricación china se declaran con la procedencia de los países desde los que se importan. Se recomienda no arriesgarse a ser imputados por un delito de importación ilícita.

Por eso, el importador debe tener muy claro cuál es el lugar de fabricación de las células que se compran. En caso de dudar de dónde vienen las células (por ejemplo, por un precio muy bajo del producto), es conveniente exigir la documentación que demuestre de forma indudable su nacionalidad, pues un certificado de origen no sería suficiente.

Además, muchos de los paneles fotovoltaicos que llegan a las aduanas europeas están siendo actualmente comprobados para verificar su proveniencia.

Un ejemplo reciente es el puerto de Rotterdam, donde se han detenido varios contenedores por ser sospechosos de contener placas fotovoltaicas de origen chino.

Esto provoca retrasos en los plazos de entrega, y por ello resulta fundamental tener toda la documentación requerida para evitar caer en el riesgo de perder la mercancía, recibir multas o, en el peor de los casos, ser imputado por un delito.

El departamento de compras de Krannich Solar cuenta con un equipo con más de 20 años de experiencia trabajando en los mercados asiáticos, que se encarga no solo de negociar el mejor precio de los módulos solares, sino de visitar las fábricas, testear el material y comprobar la documentación necesaria para verificar la procedencia del producto. La multinacional alemana protege a sus clientes de la subida de precios ofreciendo una amplia variedad de marcas de placas solares a un coste competitivo.

Un instalador fotovoltaico, en función de sus necesidades, puede encontrar en el porfolio de la distribuidora germana placas solares europeas o asiáticas que no están sometidas al pago de los aranceles antidumping. Entre estas últimas se hallan tanto los paneles fotovoltaicos fabricados por los productores del gigante asiático que firmaron el acuerdo con la CE, como los módulos FV de otros países del continente, por ejemplo los recién incorporados Hyundai.

Consejos para evitar los riesgos de la importación de paneles solares de dudosa procedencia

Si te encuentras con una placa fotovoltaica sospechosamente barata, Sonia Salgado, responsable de Compras de Krannich Solar, recomienda no tomar decisiones precipitadas. “Es muy importante verificar la proveniencia de las células del panel solar que vamos a adquirir, y de igual modo solicitar siempre un certificado de origen y un certificado IEC del fabricante”, avisa.

“Debemos igualmente desconfiar de los precios in feriores a los 0,56€/Wp para paneles fotovoltaicos chinos, ya que según el Compromiso adoptado por la Comisión Europea esto sería legalmente imposible”, añade.

En caso de recibir ofertas DDP (Entregadas Derechos Pagados, del inglés Deliver y Duty Paid), sería recomendable solicitar la factura de importación o de pago del IVA para verificar que esa mercancía ha sido debidamente importada.

Por último, tal y como indica Sonia Salgado, también hay que comprobar el certificado TUV del fabricante. En este documento podría aparecer una dirección de fabricación de Europa, pero ello no implica necesariamente que la procedencia del módulo fotovoltaico sea europea ya que, como se ha señalado antes, ésta será definida por el país en el que se han fabricado las células fotovoltaicas. El programa de Quality Managment de Krannich Solar ofrece a sus clientes el mejor producto a un precio competitivo, y les brinda una garantía de calidad para que no tengan que preocuparse ni arriesgarse con sus compras.