Brasil: tras una larga espera

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La más que aguardada subasta nacional para centrales fotovoltaicas, la licitación que significará el pistoletazo de salida para el mercado solar brasileño, se ha marcado para el 31 de octubre. La buena noticia es que el sector espera que se adjudiquen al menos 500 megavatios en proyectos solares en esta subasta de reserva. La mala es que el gobierno no ha dado muchas pistas sobre sus planes de contratación. Más de 400 proyectos fotovoltaicos que suman 10,8 gigavatios de potencia los que acuden a la convocatoria. Y mientras las expectativas crecen, el presidente del organismo público Empresa de Pesquisa Energética (EPE) Mauricio Tolmasquim anunció recientemente que se baraja la contratación de 3,5 gigavatios en proyectos solares subastas nacionales en los próximos cuatro años, las empresas van tomando posiciones.

Contenido local del BNDES

Una de las claves de esta subasta es el contenido local exigido para acceder a financiación del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES). "Esperamos una transición gradual para el aumento del contenido local en la cadena fotovoltaica a lo largo de los años", explicaba el jefe del Departamento de Fuentes Alternativas del BNDES Antonio Carlos Tovar. Y así ha sido: se ha establecido un sistema gradual y modular para elegir los componentes "made in Brasil". No obstante, se considera como básico que los módulos cristalinos tengan un 60 por ciento de contenido local hasta el año 2017, que entre 2018 y 2019 se rebaja al 40 por ciento, para volver al 60 a partir de 2020. En definitiva, el conjunto del sistema cristalino ha de tener un factor de nacionalización (Factor N) del 56 por ciento sin contar los inversores hasta 2017, del 64 por ciento entre 2018 y 2019, para llegar al 76 por ciento a partir de 2020. Mientras que no se exigirá que el silicio sea brasileño, el 60 por ciento de las células del módulo tendrán que haber sido fabricadas in situ a partir de 2020 y el 40 por ciento de los inversores a partir de 2018. Aunque la capa delgada lleva su propio ritmo, también se exige que hasta 2017 el 60 por ciento de los componentes de los módulos sean producidos en Brasil, y un 70 por ciento a partir de esa fecha. El conjunto del sistema tendrá que tener un Factor N del 56 por ciento sin el inversor hasta 2017 y del 82 por ciento a partir de 2018. Como antesala de la subasta de reserva, en diciembre se celebró la primera subasta para centrales solares coordinada por un estado brasileño. En el certamen de Pernambuco se adjudicaron seis proyectos que suman 123 megavatios de potencia.
Las bases de la licitación establecían un plazo de tiempo mayor para la realización de los proyectos que estuvieran vinculados al desarrollo de una industria local –los proyectos adjudicados en la licitación deberán ponerse en operación el próximo mes de julio–. Las fábricas solares también podrían acogerse a incentivos del programa Pernambuco Sustentável. Según datos de la Agencia Nacional de la Energía Eléctrica (Aneel), un proyecto adjudicado de 30 megavatios de la empresa alemana Sowitec, ya está en construcción, con lo que sería el mayor proyecto fotovoltaico en construcción en la actualidad en Brasil.
Varios fabricantes chinos como Yingli, Canadian Solar y Jinko Solar están tomando posiciones en el mercado brasileño. Yingli ha suministrado los módulos para varios de los mayores proyectos solares realizados hasta la fecha y Canadian Solar estima que suministrará entre tres y cuatro megavatios este año, según recoge la prensa local. No obstante, las perspectivas a medio plazo para una industria local en Brasil son muy halagüeñas. E incluso hasta alguna empresa china podría producir en Brasil: la compañía BYD anunció en julio que abrirá una fábrica en Sao Paulo en la que se producirán módulos solares además de vehículos eléctricos y baterías de sulfuro de hierro. Y el año pasado, la también china Hanergy cerró un acuerdo con el gobierno del estado de Río de Janeiro para un proyecto solar industrial.

Más licitaciones

A la subasta de reserva de octubre, la gran estrella este año, se suman otras licitaciones que también podrían ofrecer interesantes oportunidades para la solar. Para la subasta A-5, que se celebra a finales de noviembre, la otra subasta nacional en la que también participa la fotovoltaica este año, solicitaron la habilitación técnica 225 proyectos fotovoltaicos con una potencia de 6,2 gigavatios. Representantes de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) consideraron en agosto que las posibilidades de la solar en esta subasta en la que la solar compite en la misma categoría que la eólica son bajas ya que el precio máximo fijado es de tan solo 137 reales brasileños (60 dólares estadounidenses) el megavatio hora. A nivel de los estados, Sao Paulo podría convocar una subasta para proyectos de energías renovables en el segundo semestre de este año similar a la que se celebró en Pernambuco en diciembre, según ha indicado a la prensa local el nuevo secretario de Energía Marco Antonio Mroz. También los estados de Minas Gerais, que ya lanzó un programa para impulsar parques de energías renovables y una industria local el año pasado, y Piauí han considerado en los últimos meses licitaciones para proyectos solares. Blanca Díaz López

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