La UNCA estudia un sistema que podría terminar con la crisis energética en Catamarca

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“Es tan simple como obtener energía eléctrica de los rayos solares”, nos cuenta en su  oficina de la Facultad de Ciencias Agrarias el Dr. Adolfo Iriarte, a cargo del proyecto que ya inyecta energía eléctrica a la red interna del predio de la UNCA a partir de los paneles fotovoltaicos.

 

La generación de esta energía podría constituirse en una solución para los continuos problemas que enfrenta la infraestructura energética de Catamarca, especialmente durante los meses en que se registran temperaturas de calor extremo. Pero para llegar a ese punto, se necesita inversión, apunta Adolfo Iriarte, docente de la Facultad de Ciencias Agrarias y cabeza del proyecto que impulsa en Catamarca el IRESUD (Interconexión a Red de Energía Solar Urbana Distribuida), del que la UNCA participa junto a  otros organismos nacionales, regionales y provinciales de distintas jurisdicciones.

Iriarte comienza explicando cómo  se genera  este tipo de energía cuya fuente es el sol. “Hay  una celda que se llama fotovoltaica a la que llega la radiación y produce un movimiento de electrones que genera corriente. La  suma de  todas las celdas, que constituyen un panel,  generan una cierta cantidad de energía, que se puede sumar con otro  panel y así generar la cantidad de voltios suficientes para poder lograr la corriente alterna que necesita una red eléctrica”.

Hay dos sistemas, uno que guarda la energía generada por el sol en una batería, y otro que se viene desarrollando desde hace los últimos ocho años; que transforma la corriente continua en la corriente alterna (esta última es la que utilizamos en nuestros hogares). “La nueva concepción   consiste en no guardar esta energía sino inyectarla a la red”, nos cuenta Iriarte, agregando que es lo que por estos momentos se pone en práctica en el predio de la UNCA de Belgrano al 300.

El sistema fue instalado en 2014 y desde ese momento se inyecta energía en la red interna de la Universidad. Es decir que, cuando se hace el balance de energía de todo el predio, hay una porción que corresponde a la energía fotovoltaica.  “El sistema es un equivalente a los sistemas generadores diesel que están permanente inyectando energía a la red, con la gran diferencia de que la energía fotovoltaica es limpia, y la generada por combustibles causa una contaminación considerable”, señala, anticipando que en el país se planifica la creación de varias plantas que inyectarían energía a las redes.

Con respecto a la real utilización que se le puede dar a este tipo de energía con los elementos existentes en la actualidad, Iriarte remarcó que “no hay que pensar en la energía  renovable como una alternativa para sustituir totalmente la energía eléctrica normal, pero, definitivamente,  podría paliar la crisis energética actual”.  A comparación de países como Alemania, en donde un 30% de la energía es fotovoltaica, en Argentina, no se han hecho grandes inversiones hasta ahora pero se prevé que esta situación puede cambiar en el corto plazo.

Energías renovables en la UNCA

 

El sistema que está en funcionamiento en la UNCA es continuamente monitoreado por profesionales integrantes del Grupo de Investigación en energías Renovables Catamarca (GERCa) dependiente de la Facultad de Ciencias Agrarias, lo que permite detectar fallas y tomar las acciones pertinentes para corregirlas, tanto en la instalación fotovoltaica como en la red eléctrica a la que esta interconectado el inversor.  Estos estudios permitirán, aparte de la capacitación en el manejo de la tecnología, una predicción del comportamiento de sistemas de mayor potencia con posibilidad de ser integrados a edificaciones  existentes públicas o privadas, permitiendo así mitigar en parte el déficit energético provincial.